"La situación actual en el orbe, con el tema del virus COVID 19, continúa lastimado profundamente la vida, es, quizás, ésta circunstancia un llamado a pensar de un modo distinto, para llevar una nueva forma de la vida, que haga caer en pedazos el esquema impuesto por la materialidad. Es tiempo, de hacer valer la racionalidad y los sentimientos de misericordia y de justicia."
LA CIENCIA DEL LEVITA
Isaac Newton, es un paradigma de la ciencia moderna, por la Ley de la gravedad, su devoción a Dios y por su dedicación al estudio de la alquimia, por dos décadas, por lo que fue considerado el último mago.[1] “En los últimos decenios, se evidencia cada vez más el Newton investigador, apasionado en la cronología bíblica y de la sapiencia prisca, e incluso, convencido de que Moisés conocía bien el modelo astronómico heliocéntrico”.[2]
El profeta, escribió la creación del Universo, explicada con signos y parábolas, mientras Newton, “había matematizado el cosmos, lo había hecho dócil a las leyes humanas”.[3] Moisés imagina un cosmos, narra su creación desde el cenit hasta el nadir, circundada por cuatro puntos cardinales, mientras Newton, lo recrea con figuras primordiales de la geometría, círculos, triángulos, cuadrados, dibujando números y formulas por los bordes de la arquitectura universal. Todo fue diferente, cambio la percepción. El universo se había antropomorfizado, gracias a Newton, el cosmos se vuelto palpable a la imaginación de la gente. ¿Por qué Newton estaba convencido de que Moisés conocía el modelo astronómico heliocéntrico? Lo cierto, es, Newton había vivificado el Universo, pero ¿acaso, el Levita lo sabía? Madame Blavatsky, señala:” Moisés se familiarizó con los secretos geométricos que durante largos eones escondieron en su robusto seno las medidas y proporciones del Cosmos, incluso las de nuestra diminuta Tierra, ¿qué maravilla, que se aprovechara de sus conocimientos? “De Moisés, se recibió las leyes sociales y las enseñanzas cosmogónicas”, subrayó.[4]
Su historia, ha sido pensada y vivida con cierta intensidad por la humanidad, analizada y reescrita en todos los idiomas. En los entresijos de su vida, está inmersa la creación obras filosóficas, políticas, sociales, gobernanza, religión, misticismo, democracia, justicia, la relación del hombre con Dios, con la sociedad y consigo mismo.
Guía e inspiración
¿Acaso Moisés fue, es y será una fuente de inspiración? Pareciera, que sí. Maquiavelo, tenía cierta predilección por él: “Es necesario resaltar aquellos que se convirtieron en príncipes por sus propias virtudes y no por fortuna, digo que los más excelentes son Moisés, Ciro, Rómulo, Teseo y semejantes. Y Moisés debe ser admirado tan solo por esa gracia que lo volvía digno de hablar con Dios”.[5]
A pesar de los innumerables milagros que relata la biblia, Maquiavelo vio, al ser humano; sus leyes basadas en el bien común y la justicia; el uso de las armas y la fuerza para aniquilar a los enemigos y detractores movidos por la envidia y el odio; la introducción de nuevos órdenes, refiriéndose a la conformación del grupo de ciudadanos, denominado Consejo Grande, aplicado a sugerencia de su suegro Jetro, entre otros.
El siglo XVII, es una época que marcó una defensa por la libertad de pensamiento, la expresión y la toma de decisiones, es decir, el libre albedrio; y de un Estado superior a la Iglesia. Baruch Spinoza, entonces se erigió con una nueva filosofía basada en los textos del Antiguo Testamento. “Dado que en nuestros días no existen profetas, dice, Spinoza, la Escritura es el único medio a nuestro alcance para saber qué es la religión”.[6]
Ante la ausencia de profetas, Spinoza va a la biblia, y como Moisés, trae las leyes y principios que dan orden y sentido a la sociedad, pues “quien practica la justicia y la caridad, se salva”[7]. Johann Christian Edelmann, un pensador clandestino y seguidor de Spinoza, lo incluyó en un escandaloso texto, intitulado: “Moisés con el rostro descubierto”.[8]
“Los filósofos místicos como Enrique More, ya irascibles y groseros como Eugenio Filaleteo, o bien, con apariencias de ateos como Spinoza, todos tienen por punto de mira y objeto de estudio al HOMBRE. Spinoza es, tal vez, el filósofo que nos da la más segura clave de este simbolismo”, escribió Blavatsky.[9] ¿Acaso Spinoza, también, le vio el dorso a Dios, al crear una religión desmitificada y más humana, al unificar a Dios y a la naturaleza?
El politeísmo, pasado y presente
La historia de Moisés, data de tres mil trescientos veinte años, y el hombre moderno, todavía, quema inciensos y le prende veladoras a los dioses. El hombre es politeísta por naturaleza, a pesar de contar con leyes y principios, no ha logrado instaurar el monoteísmo; le ha sido difícil dominar las pasiones, ni mucho menos, llegar a reprenderlas, como lo hiciera el arcángel Miguel.
Nuestros antepasados, también, adoraban a los dioses, a pesar de tener pleno conocimiento del modelo astronómico heliocéntrico, diría Newton, y conocían, además, palmo a palmo la creación del Universo que, como la sagrada Tetraktys de Pitágoras, unificaban a los semidioses de la creación, en torno a la unicidad.
El Tabernáculo es la morada de Dios, de igual manera, el cuerpo es la morada de la naturaleza divina, alrededor del cual se junta una constitución material doce veces mayor, de la misma manera, en que las tribus de Israel acampaban alrededor del cerramiento sagrado a Jehová,[10] escribió Manly Palmer Holl. En la actualidad, el hombre, debe imitar al virtuoso Moisés, dice Maquiavelo; que su sabiduría y la meditación sea en torno a la sustancia de la vida, diría Spinoza; debe comprender, que en el universo interior de la naturaleza humana reside el modelo astronómico heliocéntrico, cuyos planetas giran al rededor del corazón, cuya luz divina irradia sentido, orden y sensatez en la vida.
El amor se sitúa por encima de todas las virtudes, es la primera enseñanza en distintas escuelas del saber. Cornelio Agrippa, indica: “Moisés fabricó anillos del amor y el olvido”;[11] ello confirma la expresión de Jorge Luis Borges: “no hay mejor venganza que el olvido”. Quizás, por ello, el legislador hebreo, es considerado humano y divino, a la vez. Es decir, cuando las sefirot Malkuth y Keter se unifican, Moisés habla con Dios, diría Maquiavelo.
Aguas primordiales
San Agustín de Hipona, interpreta el nombre de Dios, como: Yo soy el que es, el Omnipresente, al igual que Baruch Spinoza, se da el lujo de ver el rostro de Dios, en todo su esplendor. Pareciera que, desde un grano de arena hasta el hombre, la obra acabada y perfecta que creó la naturaleza, ahí está Dios. Desde los confines del vasto horizonte de la imaginación, hasta una semilla de trigo, ahí está Dios.
La costumbre nos agrada porque nos hace placentera la vida, escribió Clemente de Alejandría, pero nos precipita al abismo, en cambio, la verdad nos guía al cielo, al principio; no es difícil acceder al él, está muy cerca y habita en nosotros, afirma el sapientísimo Moisés, al insinuar que vive en tres partes de nosotros, “en las manos, la boca y el corazón”.[12] Su leyenda de Moisés, está escrita en los pliegues del cuerpo del hombre; nació en el agua, y al final, murió en lo alto de una peña espiritual. Moisés y Tales de Mileto, señalan al agua, como elemento primordial de la vida. ¡Vaya coincidencia! Así, las aguas del mar Rojo, también, abrieron sus cauces para dar paso al pueblo elegido de Dios, que iba en camino a una vida colmada de nuevos comienzos.
Santos Ariel Agramón. Autor, licenciado en economía UAS, Sinaloa
Fuentes:
1.-Ackroyd, Peter. Newton una biografía breve. FCE. México. 2012.
2.-Agrippa, Cornelio. La filosofía oculta.
3.-Ben Shimon Halevi. Éxodo y Cabbala. Biblioteca británica. Londres, Inglaterra. 2008.
4-Biblia Reina Varela. 1960.
5.-Blavatsky, Helena. Isis sin velo. Tomo II.
6.-Blavatsky, Helena. La Doctrina Secreta. Tomo II, IV, V.
7.-Brague, Rémi. A dónde va la historia: dilemas y esperanzas. Madrid. 2016.
8.-Campbell. Joseph. El Poder del Mito. Barcelona. 1991.
9.-Clemente de Alejandría. Protréptico. Editorial Gredos. Madrid. 1994.
10.-Harrod, R.F. “La vida de John Maynard Keynes”. FCE. México. 1985.
11.-Leroux, Pierre. Cartas a los filósofos, los artistas y los políticos. Edit. Gedisa. Barcelona. 2016.
12.- Levy Bernard-Henri. 2018. Entrevista: “No somos humanos cuando nacemos”. The New Times.
13.-Mattei, Eugenia. La figura de Moisés en la obra de Maquiavelo. Argentina.
14.-Maimónides, Guía de perplejos. Editorial Trotta.
15.- Ortega y Gasset, José. Qué es la Filosofía. Unas lecciones de metafísica. Editorial Porrúa. México. 2004.
16.-Palmer, Holl, Manly. El Tabernáculo en el Desierto.
17.-Spinoza, Baruch. Tratado político.
18.-Solé, Jimena, María. Spinoza en Alemania (1760-1789), historia de la santificación de un filósofo maldito. Cuarto Coloquio Spinoza.
19.-Schure, Edouard. Los grandes iniciados. México. 1995.
20.-Textos Herméticos. Editorial Gredos. Madrid. 2014.
21.-Yves, D’Alvey, Sant. El Arqueómetro Tomo I.
[1] Keynes, John, Maynard, acuño la frase, al dedicar Newton grandes esfuerzos al tema de la alquimia. El economista británico, considerado de los más influyentes de la economía mundial del siglo XXI, profesor de la Universidad de Cambridge; en 1936 adquirió 40 lotes de material de Newton, de quien subrayó el interés por la alquimia. Harrod, R.F. (1985). “La vida de John Maynard Keynes” pp. 554,556. FCE. México
[2] Brague, Rémi. A dónde va la historia: dilemas y esperanzas. P. 49.
[3] Ackroyd, Peter. 2012. Newton una biografía breve. FCE. P.88. México.
[4] Blavatsky, Helena. La Doctrina Secreta. Tomo V. PP. 72, 162 y 165.
[5] Mattei, Eugenia. La figura de Moisés en la obra de Maquiavelo. P. 110.
[6] Spinoza, Baruch. Tratado político. P. 23.
[7] Ibidem. P. 25.
[8] Solé, Jimena, María. Spinoza en Alemania (1760-1789), historia de la santificación de un filósofo maldito. P. 65.
[9] Blavatsky, Helena. Isis sin velo. Tomo II. P. 15.
[10] Palmer. Holl. Manly. El Tabernáculo en el Desierto. P. 4.
[11] Agrippa, Cornelio. Filosofía oculta. P. 66.
[12] Clemente de Alejandría. Protréptico. P. 137.
Santos Ariel Agramón Culiacán, Sinaloa, Mex. Licenciado en Economía en la UAS, Maestría en Economía Regional UAS (2005) Consultor en Proyectos y Finanzas Públicas.
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