"...es una hermosa ciudad que resplandece al sol, alegre, rebelde, que rechaza el oprobio, en ella “Empieza la Patria”/ en ella creo yo.” Rubén Vizcaino Valencia.
Del seis al veintinueve de septiembre, en la Ciudad de Tijuana B.C., se realizan las XIV Jornadas Vizcaínas, conjunto de actividades que honran a un hombre de cultura: Rubén Vizcaíno Valencia y a la Cultura de la Frontera.
Presentaciones de libros, lecturas de poesía, música, danza, séptimo arte, conferencias, charlas, entrega de la presea Rubén Vizcaíno Valencia, 2022, al dramaturgo Ignacio de la Lama, forman la estructura de esta edición de las Jornadas, teniendo como eje gravitacional el Centro Cultural Tijuana, CECUT y, como participantes a la Universidad Autónoma de Baja California y al Seminario de Cultura Mexicana, Corresponsalía Tijuana. En la primera década del tercer milenio; el periodista cultural, Jaime Chaídez, logró dar vida a este encuentro que muestra el otro lado de la vida fronteriza; humana, intensa, creativa; que gira en donde “Empieza la Patria”, donde el trabajo del Profe, fue forma de vida; labor pedagógica, creación literaria, tarea periodística y editorial; impulso y promoción de actividades culturales; organización de gremios autorales; con una energía que solo podía habitar en el originario de la Rulfiana, Cómala; Pueblo Mágico, el lugar de su nacimiento, un once de septiembre de mil novecientos diecinueve. Su estancia juvenil en Orizaba, Veracruz, en la Ciudad de México, fueron el prólogo de su esencia Bajacaliforniana, signo que, a partir de su llegada a Mexicali en 1952, fue el faro que alumbró su camino, hasta el final, el 30 de junio de 2004, en su amada Tijuana.
Los últimos días veraniegos y los primeros del otoño del 2022, reúnen obras, creadores, artistas, investigadores, cinéfilos, melómanos, estudiosos de Vizcaíno; en un homenaje merecido, también en la continuidad de lo que fue oficio y destino del Maestro Emérito de la UABC: la “Californidad “. Se reeditan sus obras; espacios universitarios y educativos llevan su nombre, autores, escultores han encontrado en el que llegó a vivir a Tijuana en 1959, tema para su trabajo, su figura preside la Estación de arte y cultura Vizcaíno en el CECUT: su imagen y su legado vencen a la muerte. Entonces la XIV Jornadas Vizcaínas son un capitulo como las anteriores, de una obra que se continúa escribiendo, cada año, en septiembre, sobre un Hombre honrado, rabioso, sincero.
En los primeros años de la década de los 70s, tuve la fortuna de conocerlo, de respetarlo, de construir una amistad sólida, sincera, critica, festiva; en 1972 bajó su impulso se formó en Tijuana, el Taller de Poesía de la UABC, centro de trabajo literario del que tuve el honor de ser parte. Durante mi residencia “Tijuanera”, las charlas con “mi compadre” fueron largas y enriquecedoras; la cafetería del Hotel Nelson se volvió espacio para hablar de poesía; de acontecimientos sociales, de las acciones bélicas en Vietnam, de la agresión imperialista; de los horizontes artísticos mexicanos. Bajo el aroma del café que servía diligentemente Limón, celebramos el nacimiento de mi primogénito Dante, comentamos las siguientes cátedras de lógica que impartía en las Preparatoria UABC y en la Prepa IBO de la calle segunda; compartir su mesa, junto al ventanal interior del recinto gastronómico con los talleristas, Rincón, Villacorta, David, Pedrero, con el doctor Salvador Michel Cobián, y otros agregados creaban tertulias con una dinámica llena de afecto y polémica: eran tiempos primaverales,
Rubén compartía sus ingresos con los niños de la Calle Revolución que vendían flores de papel y que al verlo llegar a Nelson como parvada lo seguían gritando, Profe, Profe… él con una sonrisa inigualable los acariciaba y generoso les regalaba monedas. Así fue Vizcaíno, un ser pleno que navegaba entre afectos y desafectos sin arriar velas, siempre con una decisión imperturbable de vivir en la cultura y el arte. Por la tanto la nueva edición son ejemplo y motivo para tenerlo presente, para seguir la ruta que dejo trazada; para reactivar su amor a Tijuana que quedó plasmada en su: “Canción para que la canten los jóvenes".
“Hay una Tijuana virgen inviolada, en la que no cree nadie/ a ese amo yo/ hay una Tijuana laboriosa, desconocida, en la que no cree nadie, a esa admiro yo/ hay una Tijuana bañada en dignidad a toda hora en la que no cree nadie, en esa vivo yo/ hay una Tijuana que no claudica la virtud, en la que no cree nadie, por esa suspiro yo/ hay una Tijuana que reniega de la maldad, en la que no cree nadie/ en esa confío yo/ Hay una Tijuana oculta, no de todos, hecha de ternura, de la que no se habla a ocho columnas de los diarios, ni goza de prestigio universal/ una Tijuana sudorosa, que trabaja en las fábricas, que cultiva los campos, que estudia en las aulas/ que ríe, que sueña, que piensa/ que tiene la conciencia pura/ que está creciendo lozana en la orilla de México/ es una ciudad renaciente/ febril trabajadora de la justicia y el ideal/ No es la Tijuana de la leyenda negra/ no es la Tijuana de la corrupción/ es una hermosa ciudad que resplandece al sol, alegre, rebelde, que rechaza el oprobio, en ella “Empieza la Patria”/ en ella creo yo.” RVV
Tijuana, las Jornadas, Rubén Vizcaíno Valencia, están unidas en origen y ruta; celebrar su realización es unirse a una Fiesta Cultural que honra a un personaje fronterizo/ mexicano, que tuvo como impulso existencial la cultura, a la vez que se celebra la cultura. Por lo tanto, cada noveno mes a mi mente regresa la imagen de un ser excepcional que rompe los estereotipos de los “violentos, que son como se difunde a los que habitan al otro lado del muro.
En el volumen colectivo publicado en 2006, coordinado por Leobardo Sarabia, editado por la Librería El Día y editorial Entrelineas, escribí en “El Profesor que llegó de Cómala”: … la oficina del Seminario de Cultura Mexicana, (que él dirigía en el antiguo Palacio Municipal tijuanense) se iluminaba cuando se sentaba en medio de aquel fotomontaje-mural de amigos o protegidos capturados por su cámara fotográfica que coronaba su fiel escritorio donde se apilaban los escritos, fotos, artículos de prensa, viñetas, versos ,cuentos, lacerantes realidades. La última vez que lo vi fue en el primavera de 2004- año de su deceso- fue toda una semana de compartir el café con Gloria – su compañera-, de discutir sobre la vigencia de la Poesía mexicana, de repasar a Estridentistas, Contemporáneos - los actuales aedas, a lo necesario de la poesía y lo poco que lee… al finalizar el banquete chino, salimos rumbo al aeropuerto hablamos de nuestra amistad, de lo cambiante que fue el periodo, de lo que esperábamos; al despedirnos solo dijo; siga escribiendo.
Terminan las XIV Jornadas Vizcaínas, mi deseo es que sigan caminando, igual que Rubén Vizcaíno Valencia, que como el Cid Campeador sigue ganando batallas después de que arribo la parca y no pudo detener su misión cultural. Muchos años de Vida a las Jornadas, y que sigan los recuerdos vivos de un Hombre de Cultura.
Mario Arturo Ramos.
Queretaro, Qro, Mex.
Autor, Poeta, Investigador.
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