"¿Que nos queda? , ¿es acaso que el poder de los pueblos del mundo es capaz de detener las profecías de la exterminación total o parcial mediante acciones conjuntas que den un golpe de timón?"...
Los actuales conflictos mundiales que asolan al mundo, los cataclismos ambientales, el trauma del cambio climático, las hambrunas y las epidemias cada vez más aterradoras, la corrupción de las derechas transcontinentales, son parte de un escenario que en este 2023 se plantean con aterradora realidad que para nada es cosa de la ciencia ficción o de los malos augurios que el pueblo gitano vislumbra.
No somos videntes, somos evidentes: Ucrania ha sido bastión de la OTAN y frente de amenazas y ataques reales ante la federación rusa desde hace más de 12 años, la matanza de bielorrusos sin ninguna justificación, los patíbulos racistas neonazis que los ucranianos enfilan con misiles hacia las fronteras del país del antiguo soviet supremo, son conspiraciones reales por lo que el buró del Partido Comunista Ruso hace un año invadió militarmente con un costo de cientos de miles de vidas de ambos lados y el desplazamiento de millones de seres humanos hacia otras latitudes.
El mundo está cada vez más loco, otro particular escenario es en el mar meridional de la China donde los ensayos nucleares y las amenazas de un conflicto nuclear con Corea del norte son tan reales que penden de un hilo la paz mundial y la entrada a un abismo del cual difícilmente podremos salir en muchísimos años.
La visita de Biden a territorio de Ucrania es un mensaje de que armarán cada vez más a ese país para los enfrentamientos a largo alcance, tanto ese conflicto como las epidemias, han erosionado la economía mundial y provocado la inflación en prácticamente todo el globo terráqueo, la humanidad de encuentra en verdadero peligro y las afrentas son muchas pues la gerontocracia en el poder mundial se quiere ir a la eternidad acompañada de miles de millones de seres humanos inocentes en una vorágine nuclear y a la que tanto temía fuera a estallar en cualquier momento , el comandante eterno Fidel Alejandro Castro Ruz.
Numerosos artículos del patriarca cubano eran analizados y publicados en la prensa mundial alertando que los conflictos nucleares pueden ser más que una ficción aterradora de la guerra fría sino una posibilidad del exterminio masivo de ciudades e incluso de continentes donde no tienen un alto la desigualdad social, el racismo y el empobrecimiento, las enfermedades y el trasiego de drogas, el poder de los crímenes organizados y los cárteles de las drogas, el tráfico de órganos humanos, el lavado de dinero, el robo de carros, hidrocarburos, o sea, una gran cartelera de horrores humanos arrastrados de muchos decenios de finezas fingidas e hipocresías insensatas.
¿Que nos queda? , ¿es acaso que el poder de los pueblos del mundo es capaz de detener las profecías de la exterminación total o parcial mediante acciones conjuntas que den un golpe de timón?, en verdad no tenemos salida, luego se nos presentan en los países latinoamericanos la voracidad de una derecha que no descansa y quiere a toda costa imponer el derecho de herencia de explotar a las multitudes, de engañarlas de dar golpes de estado, de usar al poder judicial para el demérito de las luchas sociales legitimas, es decir, un gran caos organizado para imponer, prácticamente, el mal.
Si, el mal, así como se le y se escucha, no tenemos remedio, estamos en un callejón sin salida, los mensajes regresados de la señal de Arecibo en Puerto Rico en los campos de cultivo de Inglaterra nos advirtieron desde hace 20 años: “mucho dolor, pero no olviden que hay esperanza” además agregaron esas descodificaciones que “habrá ayuda de allá afuera”.
¿Qué debemos entender?
Ya todo es posible, deseamos el bien, la humanidad, los pueblos del mundo, son en general, pueblos nobles, la juventud quiere vivir, quiere espacios de alegría, de diversión, de sexo, de trabajo, de educación, de esparcimiento y no los cataclismos de las lluvias furibundas que provocan deslaves monstruosos donde barrios enteros son sepultados por toneladas de lodo y aguas apestosas, no quiere el infierno de los hospitales, ni la inseguridad, ni el alto costo de la vida.
la filtración de los llamados “químicos eternos” están ya en el gen de todas las especies vivas del planeta a consecuencia de los grandes plaguicidas y químicos con que hemos alterado el vertiginoso ritmo de la vida en este apartado rincón del universo.
Ojalá todo se desdibuje, ese ojalá debe estar acompañado -aunque no lo crean- de la oración masiva, del voto libre y razonado por las alternativas populares que desean el bien sin ocasionar el mal, “muerte para matar la muerte” nunca, no olvidemos que hay palabras mágicas; cuando los aztecas se sobrepusieron contra el terrorismo de los Tepanecas en Tlatelolco y sus zonas aledañas, todos en fila y en conjunto gritaban la palabra mágica México, México, como un mándala mágico que los llenaba de fuerza y de victoria ineludible. Y así fue.
Así será, caminante, así será, quizás nuestro país- que ante los ojos del mundo expectante lica como pone el ejemplo del cambio pacífico sin traumas- sea el ejemplo, el parangón de su misticismo, su no arrogancia, pero si su literal magia que nos asombra y asombrará al mundo entero.
Miguel Ángel Aguilar Fuentes.
San Luis Potosí, Mex.
Autor, Periodista, Promotor Cultural, Numerólogo.
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