" Si se calla el cantor, calla la vida, porque la vida, la vida misma, es todo un canto. Si se calla el cantor, muere de espanto, la esperanza, la luz y la alegría."
Horacio Guarany.
Estimados lectores: durante el mes de diciembre del año próximo pasado, disfrutamos en Culiacán, Sinaloa, de la presencia y conferencias impartidas por un queretano trashumante, poeta y compositor cuyo periplo, ultramarino, le ha permitido allegarse experiencias, amistades y conocimientos que luego comparte, con la generosidad que le caracteriza; sinaloense también por adopción, Mario Arturo Ramos Muñoz, autor a quien me refiero, presentó, durante su estancia entre nosotros, el libro "Las canciones queretanas, cien canciones", cuya selección y notas corrieron a cargo del vate mencionado; el texto, pulcramente editado, parece hecho para servir de acompañante ameno en todo momento; me explico: amén de resultar un cancionero dispuesto en orden alfabético, resulta sin duda, un sucinto compendio histórico de la nación desde Querétaro a través de su obra musical. Inicia este trabajo, de 147 páginas, con una portada que detalla el teclado del órgano tubular del templo de Santa Rosa de Viterbo; dentro, un índice de las canciones en orden alfabético y anotaciones presentadas en tres etapas; esta parte inicial de la obra concluye con una interesante bibliografía. Para efectos prácticos, el cancionero incluye impresos entre sus páginas, 31 códigos QR (Quick responde = respuesta rápida), gráficos que permiten, través de dispositivos digitales, obtener mayor información y escuchar en este caso, la melodía correspondiente.
Y sí, en la primera parte de las anotaciones, GÉNESIS, que alude desde la fundación de Santiago de Querétaro, 25 de julio de 1531, hasta la Conspiración de Querétaro, 1810 y la consumación de la Independencia, 1821, el compilador cómo el sincretismo cultural vierte una variada riqueza de formas melódicas interpretativas, entre las que destacan el huapango arribeño y los corridos y cita: " El 21 de septiembre de 1822, en Silao, Guanajuato, Pepe Quevedo, cantante originario de esta población, creó una canción a la que llamó como género, corrido. Musicólogos opinan que el nombre es producto de los periplos de los cantores que corrían de pueblo en pueblo, difundiendo sus obras; sus orígenes se sitúan en el romance y en un sub género que se llamó romance de ciegos, por ser interpretado por invidentes - Pepe también lo era -, en plazas públicas y mercados, como fotos" Y Querétaro, punto crucial desde entonces en " intercambiamos culturales de sus habitantes con sus vecinos con vecinos de ciudades de esta zona", adopta también "el corrido como crónica, relato... que pronto ocupó un sitio en el gusto popular queretano. En el segundo comentario, "CANTOS, CANTORES, MÚSICOS DE QUERÉTARO" que abarca del 21 de septiembre de 1821, inicio del México Independiente, hasta el 28 de febrero de 1892, cuando se funda la Escuela de Música sacra de Querétaro, de la cual destaca la creación de su coro, que se convirtió en cimiento de la cultura coral queretana. Y continúa: "En 1888, arriba al mundo, Leticia Euroza Sifri, pianista, compositora, pedagoga, alumna de Rafael J. Tello, Julián Carrillo... entre otros destacados mentores". Ella se presentó en escenarios nacionales e internacionales, e "impartió cátedra de piano, en la Academia de música de Nueva York. La presencia de Leticia Euroza Sifri, es arranque de presencia internacional." Tercera época, EL CAMINO CONTEMPORÁNEO. "Mayo de 1900, en Hércules, Querétaro, Juán Nepomuceno Arvizu Santaelices, el tenor de la voz de seda, desembarcó en la vida. Juán es el artista queretano de mayor presencia en el ámbito mundial". De él dijo Ariel Ramírez, compositor laureado, que el tenor de la voz de sed era "parte de la pléyade de los cantores importantes en la canción latinoamérica.
Al escucharlo recordé con una sonrisa al internacional de la canción queretana." Así continúa sus anotaciones Mario Arturo Ramos Muñoz, haciendo mención de un vasto corolario queretano, tan productivo en creaciones artísticas, cómo generoso en expresiones y herencias culturales y señala la participación de autores, compositores, intérpretes, ejecutantes, voces anónimas o reconocidas, "que enriquecen" la obra " columna vertebral de esta publicación ". Con agradecimiento " a la Dirección del Patronato de las fiestas del Estado de Querétaro, la participación de todos y cada uno en la edición del cancionero " Las canciones queretanas. Cien canciones." Y finaliza expresando: " Un deseo que quiero compartir es: las canciones, esencia de la obra. Se canten". Aunado a lo anterior y a propósito de fechas y lugares de presentación a dónde nuestro querido conferencista trajo su elocuente acervo, debo decir que el día 13 de diciembre, invitado por la Muy Respetable Logia Masónica Salomón e Hiram # 2, estuvo en la Casa de la cultura de la UAS; el día 14 de diciembre, en el Centro de estudios históricos y culturales, cito en "La chuparrosa enamorada" , de la aledaña población de Bacurimí, dónde también se rindió homenaje póstumo al historiador Gilberto López Alanís, que fuera fundador de este Centro y amigo personal del compositor. El día 16 de diciembre, el Centro Sinaloa de las Artes Centenario, recibió al expositor; en esa ocasión, se contó con la presencia del cantante sinaloense Efraín Montoya, quién nos deleitó interpretando selecciones del cancionero, entre las que escuchamos "Hasta que vuelvas", de la autoría de Mario Arturo Ramos Muñoz, quién tuvo la atención de invitarnos, al periodista Ulises Cisneros y a un servidor, para ocupar lugar a sus flancos en la mesa de conferencia.
En cada una de las presentaciones descritas, además de presentar el libro mencionado, abundó el orador con el tema "La canción mexicana, arte e identidad", subrayando la importancia de la música y el canto desde las sociedades originarias. ¿Antes del lenguaje articulado, serían la música y la danza formas de entendimiento y comunicación humana? Me sentí obligado a preguntarme. Luego, platicando de tiempos precolombinos, nos ilustró sobre las herramientas sonoras de aquellas culturas y de los propósitos de su quehacer artístico en canto, poesía y danza. Y llegó a la conquista con los cantos religiosos de los misioneros y la música profana de la soldadesca y fue desenvolviendo uno a uno, elementos de expresión sonora que, al sincretizarse, generaron nuevas expresiones, hasta entonces desconocidas, así incluyó la percusión que llegó con los esclavizados provenientes de África, que enriqueció con su ritmo la danza y propició géneros musicales que aún se practican. Siguió así ilustrándonos con su conocimiento y recreando nuestra imaginación hasta concluir que la memoria canora colectiva de México es elemento de profunda raigambre en nuestra identidad como mexicanos y deberían por tanto practicarse asiduamente. La música y el canto propios otorgan identidad a los pueblos y la riqueza que ofrece su gama de sonoridades y su variedad letrística, permite una mayor libertad de expresiones y elecciones individuales y sociales.
Queda decir que todo libro es punto de partida hacia otros universos, por la vía del descubrimiento a través de la lectura; el precioso ejemplar que en esta ocasión de su periplo, nos ha traído el Poeta y Compositor Mario Arturo Ramos Muñoz, es uno de estos magníficos regalos, para que no calle el cantor, para que no calle la vida.
Con sincero agradecimiento, Roger Lafarga, autor sinaloense
Roger Lafarga, Eduardo González
Culiacán, Sinaloa, Mex.
Homeópata IPN, autor.
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