PONENCIA PRESENTADA EN EL XII ENCUENTRO ESTATAL DE CRONISTAS E HISTORIADORES DE SINALOA, EL 24 DE SEPTIEMBRE DEL 2022, EN EL MARCO DE LAS FIESTAS DEL 491 ANIVERSARIO DE CULIACÁN, SINALOA.
“Los antecedentes en la historia regional que comprende geográficamente la zona de playas, lagunas, marinas naturales, bahías y el Delta, configurado por la desembocadura del Rio Piaxtla en Barras de Piaxtla, cercano al poblado de Dimas, Municipio de San Ignacio, Sinaloa, representa un enorme potencial de desarrollo turístico, transcendente no solo para Sinaloa, también para los Estados vecinos que integran el Noroeste Mexicano.”
EL AUTOR.
BARRAS DE PIAXTLA, comprende una superficie aproximada de 1,200 Has, con 14 Kilómetros de litoral frente al Océano Pacifico, recorrida por la autopista Culiacán-Mazatlán, vía del ferrocarril de por medio, dista 54 kilómetros, aproximadamente, del Puerto de Mazatlán, y hacia el norte a 166 kilómetros de esta ciudad capital. Superficie costera en la que se admiran 6 bahías, varios esteros y un Arco impresionante que se destaca sobre un altozano formado por rocas volcánicas con altura aproximada de 20 metros sobre el nivel del Océano, que revienta su impresionante oleaje sobre la base pétrea de lo que los lugareños llaman “Acantilados”.
En la extensión del litoral, se admiran desde extendidas y hermosas playas, sistemas lacustres, Altozanos de origen volcánico y la zona de amortiguamiento ecológico que aprovecha la elevación natural con selva baja que se ubica en la zona que comprende la llamada meseta de Cacaxtla, la cual se desprende a partir de la Carretera Internacional a la altura del kilómetro 60 y llega a las playas del Pacifico, significando una importante superficie de protección ecológica, de flora y fauna y, desde luego, un sitio privilegiado para quienes gustan y disfrutan del avistamiento de aves que en la región contabilizan 43 especies endémicas; en cuanto a la fauna se cuenta: el Jaguar, Puma, Lince, Venado, Jabalí, Tigrillo, Lobo y Coyote entre otros.
Por su singular importancia histórica, es de destacarse en esta región de “Barras”, la presencia de impresionante número de rocas volcánicas que ubicadas sobre la playa, muestran variados grabados pictográficos que remontan al neolítico, tallados por los aztecas en su recorrido hacia el valle de México, desde Aztlan (en Náhuatl “Lugar de garzas o de blancura”) que en su paso y asentamiento en Sinaloa, dejaron para la posteridad, la impronta de su talento y destino, en su ruta a la gran Tenochtitlan. Este conjunto de rocas volcánicas mencionadas es conocido como “LAS LABRADAS”, clasificado oficialmente como un patrimonio cultural. La súper vía Mazatlán–Durango, representa un potencial turístico significativo, considerada como una portentosa obra de la ingeniería mexicana, atraviesa parte de la impresionante Sierra Madre Occidental, contando por ello, un número importante de túneles. Se concluyó y se abrió al tráfico acortando la distancia entre Mazatlán y la Capital de Durango, a solo dos horas con treinta minutos. En su recorrido, los viajeros admiran, además de los túneles, el monumental Puente sobre el rio Baluarte que ya es considerado a nivel mundial, como un referente de los avances tecnológicos que los ingenieros mexicanos han alcanzado en la construcción de carreteras, túneles y puentes.
REPERCUSIONES PARA EL NORTE Y EL OCCIDENTE DEL PAIS.
Mazatlán, como diana geográfica del impacto que representa esta obra de ingeniería nacional, es considerado ya, como eje central de las políticas públicas del Gobierno Federal en el objetivo de obtener a futuro, un mega desarrolló turístico, con lo que todo esto significa o implicaría: un detonante económico para la región sureña Sinaloense.
Como ya quedó señalado párrafos atrás, BARRAS DE PIAXTLA se localiza a solo 54 kilómetros de Mazatlán y en un comparativo fácil de realizar, las playas, las bahías, esteros y sistemas lagunares y el enorme caudal que representa la desembocadura del Rio Piaxtla, que precisamente entrega sus aguas en la zona de Barras, además de encontrarse a solo 160 kilómetros de la Capital Sinaloense, hace de esta región costera que cuenta con área de protección ecológica y amortiguamiento en la Meseta de Cacaxtla, un lugar privilegiado para que el gobierno de Sinaloa que encabeza el Doctor Rubén Rocha Moya, con respaldo de recursos federales y el apoyo de inversionistas interesados, desde luego, considerara la posibilidad de elaborar un proyecto turístico que promueva el desarrollo económico del Municipio de San Ignacio y el entorno geográfico y demográfico que representa la vecindad de Elota, Cosala y Concordia.
CORREDOR TURÍSTICO. La corta distancia que representa la súper vía Mazatlán-Durango, Barras de Piaxtla e Isla Cortes, así como la belleza de todo lo que es posible observar en su recorrido por el viajero ávido de emociones, o de aquellos que busca ambientes plácidos, y los atractivos que se han mencionado: Montañas, playas, bahías, reservas ecológicas, sistemas lagunarios, actividades cinegéticas, de pesca, avistamiento de aves y fauna, nos mueve a sugerir se promueva la integración de la “Ruta Jesuítica”, que permitiría atestiguar el paso y asentamiento de la Compañía de Jesús en Sinaloa, en relación a la evangelización espiritual y obra material desarrollada por los soldados de la cruz, y cuyas huellas materiales se perciben, ahora mismo, por su buen estado de conservación y, que, el TURISMO RELIGIOSO de cualquier parte del mundo, apreciaría sin duda alguna.
PRESERVAR PARA LAS FUTURAS GENERACIONES, LAS BELLEZAS NATURALES DE BARRAS DE PIAXTLA.
A la fecha, y desde cuando menos 30 años atrás, se ha observado la acción depredadora, tolerada, en lo que hace a invasiones y despojos de tierras con frente de playa y en la zona de “Acantilados”, contando evidentemente, con la complacencia, por acción u omisión, de las autoridades y el personal responsable de las áreas federales, que tienen que ver, con la protección de flora y fauna, propiciándose con ello, el manifiesto y lamentable deterioro y, en varios casos, la destrucción de los recursos de playa y la zona de amortiguamiento que representa “La MESETA DE CACAXTLA, en general, y BARRAS DE PIAXTLA en lo particular, lo que es comprobable con una simple observación visual -porque está a la vista- de parte de cualquier observador interesado en el tema.
Afortunadamente, el daño que se advierte, representa solo una mínima parte del total de la superficie que comprende BARRAS DE PIAXTLA, aunque se avizora que, sin contar con la intervención de las autoridades, ni con las acciones enérgicas que urge sean aplicadas, de carácter institucional, por parte de los organismos Federales competentes, no solo comprometidos a evitar el daño ecológico irrecuperable, sino también obligados a promover y aplicar programas de protección ambiental en esta área “protegida” sólo por decreto, no será posible enfrentar, menos evitar, la desaparición o destrucción de lo que aún se conserva: UNA MARAVILLA DE LA NATURALEZA, que podemos presumir y ofrecer los Sinaloenses, al turismo nacional e internacional,
La Federación, el Gobierno Estatal y los hombres de negocios visionarios tienen la palabra.
Salvador Antonio Echeagaray Picos. Culiacán, Sinaloa, Mex. Autor, Cronista, Magistrado en Retiro.
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